Opción preferencial por los pobres y nuevos rostros de Pobreza
Pbro. Camilo Daniel Pérez Secretario Ejecutivo de la Pastoral Social de la CEMMéxico y Vicario General de la Diócesis de Cuauhtémoc-Madera.
La opción preferencial por los pobres, existencialmente hablando, no comienza por la cabeza, ni siquiera por el corazón. Comienza por las entrañas de misericordia cuando se nos remueven por los ayes de dolor de nuestro pueblo.
Hago este planteamiento para señalar que es de capital importancia, como sucedió en el Documento de Puebla, que en el documento final de Aparecida aparezcan y señalen los rostros concretos de nuestro pueblo sufriente como un signo de que la Iglesia toda, y en ella especialmente sus pastores, miramos con ojos de misericordia, con alma de pueblo a nuestra gente.
Por ello me atrevo a solicitar que en el documento final no dejen de ser mencionados:
• Los rostros de los desaparecidos políticos, de los periodistas asesinados, de los defensores de los derechos humanos y de los luchadores sociales a quienes se les trata como delincuentes y han sido víctimas del secuestro, de la tortura y del encarcelamiento injusto.
• Los rostros de los portadores del VIH y SIDA que sufren también la pandemia del estigma moral y de la discriminación social.
• Los rostros de los homosexuales, quienes son también estigmatizados, maltratados e incluso menospreciados por la sociedad.
• Los rostros de mirada perdida de quienes permanecen esclavos de la droga y del alcohol y de quienes han perdido el sentido de la vida porque se les está negando, a través de una propaganda masiva, el sentido de Dios, máximo bien al que tiene derecho a aspirar.
• Los rostros de los niños y niñas que son golpeados; explotados al imponerles un trabajo más allá de sus fuerzas; comercializados con fines pornográficos y sexuales o por traficar sus órganos.
Tengo la certeza de que la lista puede ser mayor, pero he querido llamar la atención sobre los mencionados arriba simplemente para subrayar la necesidad de nombrarlos y, sobre todo, de tenerlos en cuenta en nuestra solicitud pastoral.
Pbro. Camilo Daniel Pérez Secretario Ejecutivo de la Pastoral Social de la CEMMéxico y Vicario General de la Diócesis de Cuauhtémoc-Madera.
La opción preferencial por los pobres, existencialmente hablando, no comienza por la cabeza, ni siquiera por el corazón. Comienza por las entrañas de misericordia cuando se nos remueven por los ayes de dolor de nuestro pueblo.
Hago este planteamiento para señalar que es de capital importancia, como sucedió en el Documento de Puebla, que en el documento final de Aparecida aparezcan y señalen los rostros concretos de nuestro pueblo sufriente como un signo de que la Iglesia toda, y en ella especialmente sus pastores, miramos con ojos de misericordia, con alma de pueblo a nuestra gente.
Por ello me atrevo a solicitar que en el documento final no dejen de ser mencionados:
• Los rostros de los desaparecidos políticos, de los periodistas asesinados, de los defensores de los derechos humanos y de los luchadores sociales a quienes se les trata como delincuentes y han sido víctimas del secuestro, de la tortura y del encarcelamiento injusto.
• Los rostros de los portadores del VIH y SIDA que sufren también la pandemia del estigma moral y de la discriminación social.
• Los rostros de los homosexuales, quienes son también estigmatizados, maltratados e incluso menospreciados por la sociedad.
• Los rostros de mirada perdida de quienes permanecen esclavos de la droga y del alcohol y de quienes han perdido el sentido de la vida porque se les está negando, a través de una propaganda masiva, el sentido de Dios, máximo bien al que tiene derecho a aspirar.
• Los rostros de los niños y niñas que son golpeados; explotados al imponerles un trabajo más allá de sus fuerzas; comercializados con fines pornográficos y sexuales o por traficar sus órganos.
Tengo la certeza de que la lista puede ser mayor, pero he querido llamar la atención sobre los mencionados arriba simplemente para subrayar la necesidad de nombrarlos y, sobre todo, de tenerlos en cuenta en nuestra solicitud pastoral.
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