CATEQUISTA. Al comenzar este ciclo de catequesis procura hacer una breve reflexión personal de lo que ha significado tu labor como catequista… porque te permitirá vivir un momento de encuentro con el Señor. Aquí podrás agradecer, pedir, interceder y alabar al Señor por tu vocación de catequista.
Te invito a pensar unos instantes y a tratar de recordar....
· ¿Cómo surgió tu vocación de catequista?
Continúa haciendo memoria......
· ¿Cuáles han sido tus mayores dificultades como catequista?
Tal vez han sido momentos duros y amargos que han fortalecido más tu fe. Invoca a la Santísima Virgen para que esté siempre e tu lado, especialmente en los momentos más difíciles. Reza pausadamente… “Dios te salve María….
· También trae a tu mente los momentos más felices que has vivido como catequista. Piensa….
· ¿Cuáles han sido esos momentos?..
Disfruta, da gracias, reza, ¡Alégrate! por esta oportunidad que te ha dado el Señor de servirle a través del hermoso ministerio de Catequista.
No te olvides de tener presente a quienes te ayudaron a ser un buen catequista.....
· Piensa en las personas que te formaron, en aquellos que te han estimulado en tu labor...en los que te han marcado en tu vida de catequista....
Después de recordar sus nombres, reza un Padre nuestro por todos ellos...
· Finalmente piensa en tu Maestro, en aquel que va guiando tu vida y tu labor como catequista…Piensa en Jesucristo y recuerda alguna frase de El, la que más te guste......
¿Porqué has elegido esa frase?
· Ahora, en silencio, renueva tu compromiso con el Señor, hazlo con tus propias palabras... El te conoce y te quiere tal como eres.....
Finalmente, no olvides que la grandeza de tu misión es haber sido escogido para ser portador de la Palabra de Dios a los demás. Es el Señor el que habla a través tuyo. ¡Qué importante es que tengas presente esto! Eres un intermediario entre Dios y las personas que catequizas.
Ten confianza en lo que realizas. El mismo Jesús te dice: “¡Animo, Yo estoy contigo todos los días”. Hermoso ¿verdad?